jueves, 9 de enero de 2014

Predicciones de Isaac Asimov para el año 2014, escritas en 1964

El novelista visitó la feria mundial de 1964 y aprovechó para hacer algunos augurios sobre el mundo en 50 años. El 2014 visto a través de los ojos visionarios de Isaac Asimov para un buen inicio de año

Isaac Asimov viendo el futuro en su bola de cristal./pijamasurf.com


Isaac Asimov es uno de los titanes indiscutibles de la ciencia ficción literaria, pero al igual que colegas suyos como Ray Bradbury o Arthur C. Clarke, fue también un privilegiado observador crítico de su momento histórico. En 1964, con ocasión de la Feria Mundial de General Motors en Nueva York, Asimov escribió una pieza para The New York Times titulada ”Visita a la Feria Mundial del 2014“, en la que describe algunos avances científicos, tecnológicos y sociales que sin duda podemos reconocer hoy en día, al igual que otros (probablemente la mayoría) que aún quedan lejos de nuestro alcance.
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Explosión demográfica
Con una población de 7 mil millones de personas en 2011, la idea de ciudad y de comunidad ha cambiado desde los días de Asimov. Aunque el escritor previera que la zona entre Boston y Washington se convertiría en la más poblada del planeta (“con una población de más de 40 millones”), es cierto que las megalópolis son una realidad de hoy en día.
La urgencia de la anticoncepción motivada por la explosión demográfica fue prevista por Asimov en términos de “una propaganda mundial a favor del control de la natalidad por métodos racionales y humanos, y, para el 2014, sin duda habrá tenido un enorme efecto. La tasa de incremento de población habrá disminuido pero, sospecho, no lo suficiente.”
Por desgracia, el enfoque de ocupación inmobiliaria en nuestros días ha privilegiado los grandes complejos habitacionales verticales en lugar de, como sugería Asimov, construir complejos urbanos en los desiertos, en áreas polares o bajo el mar: ”Las viviendas bajo el agua tendrán su atractivo para aquellos que gustan de los deportes acuáticos, y sin duda motivarán una más eficiente explotación de los recursos oceánicos, tanto de alimentos como minerales.”
Alimentación
A causa de la gran cantidad de población del 2014, “la agricultura ordinaria tendrá grandes dificultades para darse abasto”, por lo que deberían surgir nuevas formas de alimentación basadas en “levadura y alga procesada, que estarán disponibles en una variedad de sabores. La feria del 2014 tendrá un Bar de Algas donde se servirá ‘pavo falso’ y ‘pseudo filete’. No serán del todo malos (si puedes tragarte los exorbitantes precios), pero existirá una considerable resistencia psicológica a tal innovación.”
Tecnología y equidad
Asimov auguraba que, a pesar de que el avance tecnológico continuaría desarrollándose a lo largo del siglo XX, su adopción por parte de la mayor parte de la población no podría darse simultáneamente: “No toda la población del mundo disfrutará el mundo de los gadgets del futuro en pleno. Habrá más desposeídos que hoy en día, y aunque materialmente estarán mejor, estarán muy por detrás, comparados con las porciones avanzadas del mundo. Se moverán hacia atrás, relativamente.” 
Salud
La investigación de transplantes, las vacunas y sobre todo la prevención de enfermedades han resultado en la erradicación y peligrosidad de muchas enfermedades antes consideradas mortales; y aunque Asimov previera “dispositivos mecánicos para reemplazar corazones e hígados enfermos”, probablemente le hubiera sido difícil avizorar que estos dispositivos serán producidos por la clonación de órganos y la nanotecnología. Su previsión de que “la expectativa de vida en algunas partes del mundo se elevará hasta los 85 años” es una esperanza apenas vislumbrada. 
Por otro lado, “la psiquiatría, me atrevo a decir, será por mucho la más importante especialidad médica en el 2014.” Con los altos niveles de depresión que alcanzamos como humanidad, probablemente esta predicción es cierta.
Educación
Para Asimov, la educación tecnológica representaría el mayor cambio respecto a la matrícula de sus días: “En todas las preparatorias, los estudiantes aprenderán lo fundamental de tecnología computacional, serán competentes en aritmética binaria y serán entrenados a la perfección en el uso de lenguajes de computadora.” En otras palabras, Asimov creía que todos los estudiantes del 2014 serían programadores y no sólo usuarios de computadoras.  
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Un prototipo de comunicaciones de “vista y oído”
Comunicaciones
Asimov también tenía confianza en “el creciente énfasis para que el transporte tenga el menor contacto posible con la superficie”. En otras palabras, también era un creyente en los autos voladores. El escritor creía que uno de los transportes para agua presentados en la feria de 1964 reemplazaría sus cuatro pilotes mecánicos “por cuatro jets de aire comprimido, de manera que el vehículo no hiciera contacto con superficies ni sólidas ni líquidas.
Pero si los autos voladores a escala masiva aún son inviables, hay otras invenciones que no escaparon al lente visionario de Asimov. Una de ellas son “los vehículos con ‘cerebros robot’; vehículos que pueden dirigirse a destinos particulares y que luego se dirigirán hacia allá sin interferencia de los lentos reflejos del conductor humano”; aunque no conduzcan nuestros autos, sin embargo, los dispositivos GPS (una especie de “cerebros robot”, sin duda) ya pueden dirigirnos a nuestro destino a pesar de nuestra torpeza al volante.
Otra predicción acertada fue que para el 2014 “las comunicaciones serán de vista-sonido, y verás a la persona al igual que la escucharás en el teléfono.” Al respecto de las pantallas, Asimov realiza probablemente su predicción más certera: “La pantalla podrá ser usada no sólo para ver a la gente a la que llamas, sino también para estudiar documentos y fotografías y para leer pasajes de libros. Satélites sincronizados surcando el espacio harán posible que llames directamente a cualquier punto de la Tierra”, lo que es posible mediante cualquier smartphone con Skype.
Energía
Hace 50 años ya se sabía que los hidrocarburos no podían seguir siendo la fuente primaria de energía para la industria y la vivienda, por lo que Asimov prevee que “grandes estaciones de energía solar estarán en operación en áreas desérticas y semidesérticas: Arizona, el [desierto del] Néguev, Kazajastán”, además de otras estaciones espaciales que “recolectarán la luz del sol a través de enormes dispositivos parabólicos de enfoque, radiando la energía así recolectada de vuelta a la Tierra.”
Marte
“Para el 2014, solamente naves no tripuladas habrán llegado a Marte, aunque una expedición tripulada estará en proceso, y en el 2014, la feria mundial mostrará un elaborado modelo de una colonia marciana”. Antes del año 2050 se prevén las primeras misiones tripuladas al planeta rojo, por lo que la predicción de Asimov aún continúa vigente y a la espera. 
Entretenimiento
Los actuales modelos de televisión tridimensional no han logrado deshacerse de las molestas gafas, al igual que las consolas de videojuegos. Asimov tenía, sin embargo, una idea mucho más radical acerca de los televisores tridimensionales: cubos transparentes de tamaño humano, que permitirán que el espectador cambie de ángulo al moverse físicamente en torno al cubo.
Trabajo
“La más sombría especulación que puedo hacer acerca del 2014 d.C. es que en una sociedad de ocio forzado, la palabra más gloriosa en el vocabulario será trabajo.” Podemos estar de acuerdo en que vivimos en una sociedad que nos insta a consumir y disfrutar a cada momento, pues, como decía Asimov hace 50 años, “la humanidad sufrirá terriblemente la enfermedad del aburrimiento, una enfermedad que se propaga con mayor amplitud cada año y con creciente intensidad.”
Es por eso que “los pocos afortunados que puedan involucrarse en un trabajo creativo de cualquier tipo serán la verdadera élite de la humanidad, porque sólo ellos harán más que servir a una máquina.” 
Aunque cada año esperamos con ansias la noticia de que los autos voladores ya son una realidad (parece en ocasiones una deuda que tenemos con los futuristas del pasado), el futuro siempre será el lugar de lo probable, la guarida de lo posible y, sobre todo, el inabarcable ámbito de lo desconocido.