martes, 18 de noviembre de 2014

Libro digital: un mercado aún incipiente en Colombia

Editoriales y bibliotecas empiezan a desarrollar iniciativas para aprovechar formatos electrónicos

La Biblioteca Nacional de Colombia lidera la tendencia de digitalización, a través de su Laboratorio Digital./eltiempo.com

Aunque aún es difícil adquirir lectores electrónicos en Colombia (como el Kindle, de Amazon; el Papyre, de Grammata, o el Nook, de Barnes & Noble), editoriales y bibliotecas locales ya tienen desarrollos para aprovechar las cualidades de los formatos digitales como medios de difusión del conocimiento y como soportes complementarios para el aprendizaje y la experiencia de lectura.

Para empezar, la Biblioteca Nacional de Colombia (BNC) lleva a cabo desde el 2009 un proceso para digitalizar sus contenidos. Hace dos años publicaron su primer libro electrónico: La vorágine, de José Eustasio Rivera.

María Alejandra Pautassi, editora de Contenidos Digitales de la BNC, le explicó a Tecnósfera que crearon una versión de la obra que conjuga tanto el texto digital como el manuscrito original de Rivera.

Con La vorágine, ya han publicado otros seis libros digitales: Antología del cómic colombiano, Bichos y plantas, Fábulas de Rafael Pombo, Episodios de la guerra de los Comuneros y Vida y obra de Eduardo Carranza. Se pueden descargar en bit.ly/1d6cA5L.

Además de la producción propia mencionada, la BNC ya ha digitalizado 30.000 objetos, entre libros, partituras, láminas, ilustraciones y audios. Se brindará acceso al este vasto catálogo en breve.

Estos contenidos se pueden consultar en plataformas web y en aplicaciones móviles.

De otra parte, la primera semana de noviembre se inauguró la Biblioteca Digital de Bogotá (http://www.bibliotecadigitalbogota.gov.co/), que cuenta con 34 epubs (libros que solo existen en formato digital) y 300 objetos relacionados con la capital y sus autores.

Visión de las editoriales

Las principales editoriales con presencia en Colombia apenas han empezado a experimentar con los formatos digitales. Su foco son los textos educativos y la literatura juvenil e infantil.

Norma, por ejemplo. cuenta con dos plataformas: Educa y Aprende Digital. Empezaron a trabajar en estas iniciativas hace tres años.

Educa es un sistema de enseñanza donde el docente administra contenidos en procura de agilizar el proceso de aprendizaje de los alumnos. y Aprende Digital cuenta con un catálogo de libros digitales ‘enriquecidos’, es decir, con herramientas como el diccionario, la calculadora o la posibilidad de hacer anotaciones.

Entre tanto, Panamericana trabaja en una plataforma llamada Plan Lector. En este portal se ofrecerán los mismos libros que ya existen en el papel, pero apoyados por herramientas digitales. Se ofrece un catálogo compuesto en un 95 por ciento por autores nacionales.

Santillana, por su parte, ha construido el proyecto Compartir. Este modelo busca la inclusión total del libro en formato digital a través de una tableta y la interacción de recursos textuales, gráficos y lúdicos.

En Colombia, el proyecto cuenta con más de 10.000 recursos digitales, que se distribuyen en videos, actividades y ampliaciones interactivas, audios, entre otros.

El potencial


Tecnósfera habló con Mauricio Giraldo, un colombiano que lidera el laboratorio digital de la Biblioteca de Nueva York. “El potencial que tienen los libros electrónicos es infinito. El reto es saber aprovechar las posibilidades que ofrece el formato digital”, explica.

Giraldo lidera el proyecto Building Inspector (buildinginspector.nypl.org). Se trata de una herramienta social diseñada para reconstruir el pasado de Nueva York. Uno de los aspectos más interesantes de este proyecto es que involucra a todos los ciudadanos. “La era digital permite elaborar contenidos de forma colaborativa. Mediante Twitter, principalmente, los ciudadanos han ayudado a identificar lugares de los mapas. Es relativamente sencillo digitalizar el contenido, pero aún hay restricciones en temas de derechos de autor. Hay que encontrar modelos donde editoriales y autores reciban lo que les corresponde sin afectar a los lectores”, concluye.

El futuro de los libros

Contenidos que se adaptan al lector

El futuro radica en no quedarse solo en contenidos estáticos (como son los textos simples en formato PDF), sino en enriquecer la experiencia de lectura mediante otros recursos.

La idea no es que los formatos digitales acaben con los libros en papel, sino que los complementen.

Norma, Panamericana y Santillana concuerdan en que el reto es dar un valor propio a los libros digitales.

En un futuro más lejano, se espera que se puedan diseñar libros que se adapten a los intereses particulares de cada lector. Esto se lograría mediante análisis de datos.

Ventajas del ‘e-reader’

Estas son algunas de sus virtudes

Algunas personas creen que los ‘e-readers’ o lectores digitales, son iguales a las tabletas. Pero si bien es posible descargar ‘apps’ para leer libros en el celular o la tableta, dispositivos como el Kindle, el Papyre y el Nook cuentan con una tecnología denominada ‘tinta electrónica’. La idea es sentir que se tiene un libro real en las manos. La pantalla carece de brillo y su opacidad se asemeja a la de una página en papel, por lo que no cansan la vista. Varias tiendas ofrecen libros electrónicos, como la sección Libros de Google, la Librería Nacional, la Editorial Norma y la Librería de la U.